Resulta que el H1N1 está aquí para quedarse. No hay mucho que hacer al respecto, las manos me las lavo catorcemil veces al día, tanto que ya se me agrietaron. Pero bueno, entre que me las lavo yo y que se las lavo a mis hijas no queda de otra. Y es que realmente, no hay manera de protegerse (salvo claro, dicen que la vacuna ..pero no ha llegado), y bueno, como cualquier televidente y surfeadora de la red, siento que es mi deber el estar alarmada...bueno, por lo menos, preocupada.
Puede ser que el haber pasado el ultimo sustito del virus porcino en Mexico, enclaustrada y sin ir ni al super por miedo a la peste, haya tenido un efecto residual en cómo tomo la noticia de que ya en la escuela hubieron varios casos. Paranoica, desquisiada...jajajaja. No realmente no tanto, simplemente, una mamá como cualquier otra tratando de encontrar qué hacer.
Asi que esto me lleva a mi tema original, las verduras. Dado, que todos sabemos que lo mejor para nuestros hijos (y nosotros mismos claro!) es comer sano, y comer sano siempre implica frutas y verduras, pues estan llenas de vitaminas, fibra, antioxidantes, y maravillas mágicas que fortalecen nuestro sistema inmunologico, he comenzado una campaña estilo guerrilla para aumentar el número de porciones de estas obras maestras de la naturaleza que ingerimos en un dia.
No es obra fácil realmente. A mi alrededor me encuentro con que la mayoria de los niños amigos o compañeritos de la escuela se atienen a una balanceada dieta de los 5 grupos principales: pasta, pizza, nuggets, cereal y lacteos. ah! perdón, se me olvidaba el vegetal favorito de todos: las papas fritas. No los culpo, si no fuera por las calorias, creo que yo tambien seria feliz en esa dieta, agregandole cafe y chocolate claro, pero, dado que la que lleva cuentas soy yo, pues debo monitorear que efectivamente, nosotros sigamos sigamos la piramide alimenticia y no la esfera de la glotoneria.
Las siguientes han sido mis nuevas tácticas (muchas de ellas se las debo a un libro llamado XXX):
Para el desayuno: huevos revueltos con algo verde y mucho queso (chicharos, ejotes, espinaca), a veces con tomate y cebollita, también licuados de fruta, yogurth y leche (popularmente llamados smoothies), hotcakes con camote, con zanahoria, con manzana, o con platano y pasitas (es cosa de hacer pure la fruta y mezclarla a la masa) y claro los favoritos, con moras. Estos ultimos funcionan bien tambien como cena y ademas con linaza molida. Una vez que les ponen miel o jarabe de chocolate ya a nadie le importa que tienen dentro.
Para el almuerzo en la escuela:
Aqui es donde es más dificil. Para empezar, esta la competencia con otros niños, como dicen por acá el factor "yummy", pero bueno digamos que para eso los chinos y los italianos se han convertido en mis aliados: Arroz chino a la..."todas las verduras que pude encontrar picadas super chiquitititias y con salsa de soya pa que no sepan mucho", o la pasta con queso, coliflor y chicharos (la coliflor hecha pure y mezclada con el queso), y claro los rollitos de verduras estilo los del restaurant (esos estan en mi menu...no los he hecho todavia, pero siempre pienso que serian una fantastica idea).
La cena...bueno eso es cosa de ser persistentes y poner presión. Un deliciosos postre de brownies en la mesa motiva a cualquiera (claro que...nadie sabe que estan hechos con yogurth, linaza y calabazita dentro).
Mientras tanto doy gracias por los jugos esos de superduper verduras y frutas que saben rico. El rojo cualquiera lo toma, el verde...pues hemos dicho aca que es jugo de kiwi que toman los astronautas, mas o menos lo creen y casi siempre lo toman.
Poco a poquito se hace lo que se puede, y si no, pues...ahi estan las papitas y a lavarse las manos!
